Es la mañana en el centro de la ciudad de París, a las ocho de la mañana del domingo cuatro de febrero del 2018, por primera vez se aprecia que no están en servicio la mayoría de las cafeterías y las pocas que abrieron temprano ya les visitan muchos clientes y cada uno saboreando un humeante café.
La tranquilidad de los madrugadores que acompañan el café fumando finos cigarros, la interrumpen el sonido de patrullas de la policía francesa que constantemente hacen el recorrido por las calles de la Ciudad de La Luz.
Si quieres comprar un café en las cafeterías ubicadas en el centro de París, pagas más tres euros y lo compras en lugares distantes pagas dos o menos euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario