El domingo 26 de noviembre del 2017, no fue un día cualquiera, fue el día de la realización de las elecciones generales en Honduras y 45 días después acepto que me equivoque al momento de marcar en la papeleta de los diputados.
El día de las elecciones me entusiasmaron los vecinos de mi colonia ubicada en el sur de la capital de Honduras-Tegucigalpa, donde resido por más de 20 años, porque observaba que muchos hombres y mujeres de todas las edades acompañados de familiares, iban y venían de los centros de votación.
Al ver tanta alegría en la calle principal de esta colonia y que comentaban sobre lo que ocurría en los centros de votación pues, tome la decisión de apresurarme para ir votar.
En las elecciones anteriores decidí ir a ejercer el sufragio en horas de la tarde porque hay mas tranquilidad y las filas son cortas, es tan tranquila la situación que hasta se saluda a cada uno de los que forman parte de las mesas electorales.
Esta es una elección diferente a las anteriores porque no se observan vehículos con parlantes sonando canciones de los candidatos y partidos políticos, todo es diferente y una de esas tantas cosas que hace diferentes estos comicios es que por primera vez un presidente de la república participa en la reelección presidencial.
Antes de llegar a la urna, la noche anterior escogí los 23 diputados a quienes les daría el voto, era tan escasa la falta de valores en los aspirantes a diputados que ahora se postulan, que logre escoger cinco sin problemas, para llegar a la cifra me costo un mundo porque en Honduras se postulan algunos que lo único que se admira es el valor, porque de méritos y preparación son escacisimos.
En un país como Honduras, donde es normal que los diputados una vez que son electos con facilidad se cambian de partido, sin el menor escrúpulo hacen campaña por su nuevo instituto político.
Todo estaba bien y hasta me ufanaba en manifestar abiertamente en los cafés de amigos que "había elegido los mejores parlamentarios", esa alegría se esfumó antes de que se instalará nueva Legislatura, el próximo 25 de enero del 2018.
Me he desencantado cuando me entero por los medios comunicación que uno de los diputados por los que voté, es uno de los primeros en adoptar posiciones que me han defraudado, tanto así que me convertí en el hasme reír de alguno de los amigos que me increpan afirmando que "siga votando por esas lumbreras y Honduras ira al despeñadero".
Así como me equivoque al votar por este diputado, se suman otros parlamentarios que temprano abandonaron a sus seguidores y ahora tienen otras forma de pensamiento.
Esta es una elección diferente a las anteriores porque no se observan vehículos con parlantes sonando canciones de los candidatos y partidos políticos, todo es diferente y una de esas tantas cosas que hace diferentes estos comicios es que por primera vez un presidente de la república participa en la reelección presidencial.
Antes de llegar a la urna, la noche anterior escogí los 23 diputados a quienes les daría el voto, era tan escasa la falta de valores en los aspirantes a diputados que ahora se postulan, que logre escoger cinco sin problemas, para llegar a la cifra me costo un mundo porque en Honduras se postulan algunos que lo único que se admira es el valor, porque de méritos y preparación son escacisimos.
En un país como Honduras, donde es normal que los diputados una vez que son electos con facilidad se cambian de partido, sin el menor escrúpulo hacen campaña por su nuevo instituto político.
Todo estaba bien y hasta me ufanaba en manifestar abiertamente en los cafés de amigos que "había elegido los mejores parlamentarios", esa alegría se esfumó antes de que se instalará nueva Legislatura, el próximo 25 de enero del 2018.
Me he desencantado cuando me entero por los medios comunicación que uno de los diputados por los que voté, es uno de los primeros en adoptar posiciones que me han defraudado, tanto así que me convertí en el hasme reír de alguno de los amigos que me increpan afirmando que "siga votando por esas lumbreras y Honduras ira al despeñadero".
Así como me equivoque al votar por este diputado, se suman otros parlamentarios que temprano abandonaron a sus seguidores y ahora tienen otras forma de pensamiento.
