Soportando mucho frío y lluvia personas de varias: edades, sexos, ricos, y pobres, de diferentes idiomas y culturas, a las diez de la mañana del sábado tres de febrero del 2018, logran llegar al emblemático lugar.
Los allí reunidos se identifican porque los intelectuales se paran en diferentes sitios para observar detenidamente cada una de las obras y mueven sus cabezas como haciéndose interrogantes sobre el talento de escultores y pintores.
La mayoría pasa de prisa haciéndose fotos con modernas cámaras y teléfonos celulares, se escucha el murmullo de varias lenguas y unos pocos comentan que en idioma español coincidiendo que lo escrito por los grandes escritores sobre el arte que se expone en el Museo del Louvre, en París, se quedaron pequeños con la grandeza de cada una las obras de arte que en sus diferentes ramas se exponen acá.
La obra mas buscada por los turistas es el cuadro de La Gioconda, para llegar al salón se tiene que pasar por otras salas donde hay también famosas pinturas, una vez encontrado este cuadro es fotografiado por amantes del arte sin utilizar el flash de las cámaras porque es una de las prohibiciones hechas al ingreso de los turistas, la aglomeración del público es impresionante, se tiene que luchar por tener el lugar idóneo para tomar la imagen ideal.
