Una mañana del mes de junio del año 2016 en pleno verano en España, abordé un bus en compañía de mi esposa y mi hija que me transportó a una de las playas del archipiélago de Costa Brava: que es la zona costera de España y específicamente a la playa de Aro perteciente a la provincia de Gerona, España, donde hay un desfile de mujeres mostrando sus senos como llaman los intelectuales, pechos llaman los escritores o tetas o chiches le llaman la mayoría, en el recorrido observé como la gente que trabaja la agricultura y la ganadería tienen bien ordenados los predios y el alimento para el ganado y otros rubros. A pesar de que el verano es fuerte se aprecia el verdor de los predios y las divisiones no son con postes o alambre, sino que las divisiones son naturales de monte señalizaciones como peñones. En menos del tiempo esperado llegamos a la playa de Aro, desde que se llega a este lugar se evidencia el movimiento comercial típico de una zona turística, las secciones donde se estacionan buses y vehículos particulares está bien señaladas. Todo mundo anda con vestimenta tipo verano y el trayecto está concurrido de población de varias nacionalidades especialmente de los países europeos donde no hay playas y con sus respectivos accesorios de verano, antes de llegar a la playa hay hoteles y muchos restaurantes para todos los gustos y precios. Mi sorpresa es que observo una gran cantidad de sombrilllas en toda la playa guardando el lugar para veraneantes que aún no se han hecho presentes, mi curiosidad es que veo pocos bañando y los pocos son jóvenes pescando y caravanas de adolescentes encaramado en grandes neumáticos con figuras de tiburón hallados a toda velocidad por lanchas de motor y es tanta la velocidad que muchos se caen y terminan nadando. Antes me encuentro con muchos vendedores y jóvenes de ambos sexos invitando al público a los restaurantes con papeletas del menú. La curiosidad aumenta cuando veo turistas que sólo tiran a la arena grandes toollas y se acuestan para tomar sol. Quienes me acompañan me advierten que cuidado tomó fotografías porque es prohibido, y reclamo porqué?
Es un sábado y llegué antes de las doce del medio día, y los vereneantes llegan en grupos, no lo puedo creer lo que estoy viendo al acercarme donde esta el grueso de los bañistas y mis acompañantes me advierten que disimule ante las escenas que veo por todos lados, y de nuevo otro mensaje de mi esposa "cuidado tomas fotos". El asombro y la curiosidad no sólo es para mí, si también para quienes me acompañan.
Los veraneantes la mayoría son de: Francia, Holanda, Inglaterra, Rusia, Dinamarca, Noruega, Suecia y llegan bien acompañados de bebidas de prestigiosas marcas, una minoría son españoles y de otros países. Y se ve aquella cantidad de sombrillas instaladas cuidando el espacio para turistas que van llegando poco a poco.
Me acomodo con mis artículos y me encuentro que a la par está una joven dormida, sin brasier o sostén y con los pezones o chiches o tetas a toda vista nada de imaginación y como dicen los jóvenes "con los focos encendidos dando vía", me sorprenden al escuchar que alguien me dice "disimulá un poco", pero es difícil al ver como está regresando de bañar una pareja de más de 60 años, la mujer con sus senos al aire y su acompañante en traje de baño discreto.
Si esto no es una región nudista, como lo será con lo que estoy descubriendo aquí, y siguen llegando nubes de nadadores (as) luciendo los vestidos y accesorios de última generación, sólo se quitan los brasieres, camisetas y quedan en traje de baño y tiran una toalla van exclusivamente a tomar sol, pasan horas y solo se dan vuelta para que el astro Rey les queme con sus rayos solares.
Hay para todos los gustos y colores, desde modelos mostrando los que los cultos llaman senos a los que unos llaman pechos, y la mayoría les dicen tetas o chiches, hasta personas de avanzada edad hacen este ritual, unos de manera modesta y otros mostrando sus encantos. Me imagino jóvenes de América como se les iría la vista apreciando mujeres de la manera natural mostrando sus encantos. Mientras esto ocurre Yo vine a bañar y al tocar el agua doy un salto porque esperé que estaría un poco tibia, al contrario está helada igual a un cubo de hielo, pero no quedo quedarme con las ganas, que me traigan de tan lejos no es justo no darse un chapuzón.
Al finalizar la jornada del baño hacemos un recorrido por la zona comercial de esta playa, por algo llaman a este continente el Primer Mundo, educación y la vida es impresionante, una vida diferente y los empleados de las tiendas son otro nivel y me sorprendo cuando un dependiente dice "pueden llevar el artículo que gusten y tienen más de 30 días para vinir a hacer el cambio o la devolución del dinero". Acá están las marcas más prestigiadas, pero el valor es de muchos euros y será en otra ocasión porque la jornada sabatina terminó y es hora de regresar a Gerona, España.
