MUSEO Versalles.

Texto del 02.02. 2018

El viernes dos de febrero del 2018, es un día donde turistas de muchos lugares del mundo sobresaliendo la presencia de chinos, se dirigen en tren y autobuses para conocer los jardines reales, el arte francés, el salón de los espejos y parte de la historia de los reyes de Francia, que conserva el museo de Versalles.

Producto del Cambio Climático, este viernes hay mucho frío y llovizna, las estaciones están un poco menos concurridas, mientras el día anterior los usuarios se empujaban por lograr ingresar a los trenes. Esta vez van vacías las unidades y la gente que viaja a esta hora- nueve de la mañana- son la mayoría turistas que ven constantemente a las pantallas buscando las rutas que deben seguir para llegar al Museo de Versalles.

Por un momento los turistas se desorientan por que unas estaciones están cerradas por remodelación, esto crea confusión no solo en los que acá residen, sino los que van por primera vez, pero al final preguntando a los empleados del tren se logra tomar la unidad que va hasta Versalles.

Los que no preguntan utilizan sus los programas de teléfonos móviles para orientarse y llegar, otros que son la minoría utilizan mapas de papel para llegar al Museo de Versalles.

Aborde el tren en la estación República, en el trayecto enfrente un contratiempo, pues al bajar en la estación de Versalles, tomé una salida diferente a lo siguieron quienes me guiaban, pero al final coincidimos en el mismo lugar donde los usuarios revisan los horarios.
Luego de recorrer varias calles llegué al lugar que nunca esperé conocer, para ingresar separan más 15 euros y allí hay policías que revisan minuciosamente a cada uno de los turistas.
En el instante que se ingresa al palacio, a cada uno de los turistas le entregan un pequeño radio con sus respectivos audifonos, donde se hace una narración de cada una de las obras que alli se exponen. Si el turista quiere una información mas completa paga porque le presten una pequeá computadora portatil donde aparecen la imagenes de las obras y demas accesorios que alli se muestran.
El Museo de Versalles, es un lugar amplio donde los reyes vivían  y desde donde gobernaron Francia, es un lugar con bosque y que hay muchas ovejas.
La historia cuenta que el rey Luis XIII acá tenía una modesta vivienda, en medio de bosques, que utilizaba como refugio y como era amplio se dedicaba a la caza.
Posteriormente se convirtió en el palacio de mayor riqueza de Europa, y para ver a cada uno de los reyes se tenía de cumplir con una serie de requisitos.
Ingresé rápido y sin hacer filas, porque quien me invitó aprovechó las maravillas del Internet y compró las entradas.
Cada una de las habitaciones del palacio está minuciosamente bien acondicionadas, con muchas pinturas, esculturas y adornos.

Luego de unas horas del recorrido, paso a conocer los jardines, debido a lo extenso que son los jardines abordé un pequeño tren, de hacerlo a pié me hubiese llevado varias horas. Gracias a Dios y a mis hijos por este regalo, no es que el dinero abunde lo que pasa es dos de ellos salieron de Honduras con sacrificio y se les hace fácil aprovechando las facilidades que se les da a los turistas.