Ningún equipo ha dominado el mundo del fútbol desde la eclosión del argentino
El mundo gira a los pies de Messi.
Mourinho no solo fue despedido del Madrid sino que acaban de
echarle del Chelsea. Guardiola se irá también del Bayern Múnich como se
fue del Barça. Van Gaal no encuentra acomodo en el Manchester United
después de colocar a Holanda en el podio de Brasil 2014. Incluso el
Barcelona ha cambiado cinco veces de entrenador: Rijkaard, Guardiola,
Vilanova, Martino y Luis Enrique.
Luis Suárez mete los goles, Busquets define el
estilo y las diferencias las marca Messi en un equipo muy coral, hoy
capitaneado por Iniesta
Y Messi, mientras, continúa en el Camp Nou, para suerte del club
azulgrana, tricampeón del Mundial de Clubes con el tridente que forman
Leo, Luis Suárez y Neymar. Máximo favorito para recuperar el Balón de
Oro en poder de Cristiano Ronaldo, los mayores adversarios del argentino
son ahora sus propios compañeros y amigos del Camp Nou.
El 10, sin embargo, ya no es incompatible con los nueve,
como ocurría en tiempos de Eto'o, Villa o Ibrahimovic. Ha regresado al
puesto de 7 y el equipo ha dejado de jugar con un falso delantero centro
para ceder el área a Luis Suárez. El uruguayo mete los goles, Busquets
define el estilo y las diferencias las marca Messi en un equipo muy
coral, hoy capitaneado por Iniesta.
Leo necesitaba tener una actuación solemne en un marco grandilocuente para seguir reivindicándose como el número 1
El manchego lleva el brazalete que hasta la temporada pasada estaba
en el brazo de Xavi y anteriormente en el de Guardiola. Iniesta y Messi
son ahora el hilo conductor del Barça y ya suman un título más que el
propio Xavi: 26- 25. Aunque el Barcelona es un equipo repleto de
excelentes jugadores, como por ejemplo Piqué, las finales son de Messi,
también el Mundial de Clubes.
Neymar ha crecido mucho en ausencia de Messi y el martillo de Luis
Suárez no ha parado en ausencia del 10. Nadie se olvida, de todas
maneras, que la Supercopa de Europa se resolvió cuando compareció el
argentino de la misma manera que su gol descerrajó ayer a River. Messi
estuvo especialmente fino y recuperó la explosividad en el regate y la
conducción de la pelota, rápido en la ejecución de la jugada, virtud muy
visible en el 1-0.
Necesitaba tener una actuación solemne en un marco grandilocuente
para reivindicar su condición de número 1. El ecosistema del Barça, la
inmunidad y la evolución, funcionará mientras el mejor sea Messi. Ningún
equipo había tenido un éxito tan continuado en el fútbol moderno como
el Barça: a un partido, desde el Mundial de 2006, solo ha perdido dos
finales, las de Copa del Rey con el Madrid.
El triunfo del Barça, al fin y al cabo, no tiene más secreto, como
advirtió Guardiola, que el de hacer que Messi se sienta feliz. Y hoy,
con cinco títulos sobre seis, sabe que el mundo sigue girando a sus pies
desde 2003. (TOMADO DEL PAIS DE ESPAÑA)
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