La cadena de librerías Waterstones, la más importante en Reino Unido,
decidió reducir espacio a las tabletas de lectura en sus anaqueles.
En 2012, y
siguiendo el rumbo que marcaba la tendencia en los nuevos mercados, las
librerías británicas Waterstones y Amazon habían concretado un acuerdo que le
daría al libro digital un protagonismo creciente. En esa cadena, la más
importante de Reino Unido, además de libros se venderían los nuevos aparatos
lectores para ebooks . Hoy la tendencia, al menos en esta importante red de
distribución, parece haber cambiado.
Esta semana, The
Guardian notificó de la decisión de Waterstones a reducir el espacio que tenían
adjudicados en sus anaqueles los kindle, el dispositivo portátil de lectura
digital creado por Amazon que además permite comprar y almacenar libros en
grandes cantidades. De este modo, la cadena ampliará los metros cúbicos
destinados a los libros de papel.
"Las ventas
son tan pobres que vamos a recuperar otra vez para los libros papel su espacio
de exposición", señaló a ese periódico el gerente de Waterstones, James
Daunt.
Las cifras son
determinantes. En el último lustro, supuestamente el período de mayor auge de
los dispositivos tecnológicos, las ventas de e-books en el Reino Unido nunca
han representado ni siquiera la quinta parte de los volúmenes totales, y de ahí
que Daunt hiciera la comparación con la popularidad que este formato de lectura
tuvo en su momento y el libro best seller: "De manera inexplicable venden
muchísimo un día, pero al siguiente ya estás deseando vender alguno para poder
dejar sitio para otra cosa".
En Estados Unidos,
por ejemplo, estudios han indicado que si bien la lectura a través de
dispositivos tiene su espacio, nunca ha puesto en jaque al libro físico. El año
pasado, Pew Research Center, compañía que mide el uso tecnológico en la
sociedad, indicó que apenas el 4% de los adultos estadounidenses se declaraba
exclusivo lector de ebooks : la gente que lee en dispositivos aumenta, pero no
significa que el número de aficionados al papel baje.
Más aún. Por
primera vez desde 2007, en Reino Unido la venta de libros papel está subiendo.
La propia Waterstones vendió en diciembre de 2014 un 5% más que en 2013,
mientras que un estudio realizado allí indica que en las 36 primeras semanas de
2015 se han vendido un 4,6% más de libros en papel que en el mismo período del
año anterior.
El cambio en las
tendencias y en las creencias parece cambiar y así los antiguos vaticinios de
que las ediciones en papel -libros y diarios- iban rumbo a la extinción no se concretarán. (Tomado del Diario Mercurio de Chile)
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