Quienes han llegado
a cualquiera institución bancaria, sabrá lo incomodo que representa estar
haciendo largas filas para realizar una transacción bancaria.
Los comentarios son de múltiple
variedad, mientras una persona estallará en ira porque cuando llegó a donde el
respectivo cajero, este le contestará, que allí no se puede hacer esta gestión;
otro se arrepintió de haber guardado sus “centavitos” en este que dice ser uno
de los mejores bancos.
La desesperación aumenta en los
usuarios, porque en la mayoría de los casos se encontrará que las filas caminan
de manera lenta y los funcionarios del sistema financiera son testigos de los
constantes reclamos del porque este mal servicio.
El descuido llega a tal extremo en
que algunos bancos afiliados al sistema financiero de este país, ya se volvió
una costumbre encontrarse, con interminables filas en las afueras.
Ante tal situación los abanados
son presa fácil de las inclemencias del clima como lluvia, sol y otros aspectos
que conllevan la seguridad individual cuando no se esta bajo un techo.
La gran cantidad de personas
aumenta a medida que se acercan las 12 p.m., hacen variedad de declaraciones en
relación al mal servicio que dan a sus clientes, unos gritan, otros murmuran,
otros insultan y otros mas calmados reclaman del porqué estas interminables
colas.
Lo que tienen que hacer quienes dirigen
estas instituciones bancarias, lo más pronto es verificar como se atiende al
público principalmente en cada una de filiales o sucursales bancarias, donde ya
es costumbre esta clase de situaciones.
Si esta clase de problemas es
propio de las oficinas principales de algunos bancos, que se puede esperar de
sus dependencias que se encuentran en mercados, colonias y otros sectores, la
situación es insoportable.
Pero también hay
personas que se van preparados para enfrentar estos impases en ciertos bancos,
llevan sus libro favorito para hacer menos tediosa la espera.
Las frases temibles para un
usuario son “en este momento no tenemos sistema”, “fijese que se tiene que
esperar porque tenemos problemas con el sistema”, “la energía se fue, y al
regresar la misma las computadoras no funcionan.
Con la era de la globalización las
instituciones bancarias, están en la obligación de dar un excelente servicio,
teniendo personas encargadas que orienten a sus abonados antes de que agreguen
a estas filas.
Algunos funcionarios y empleados
de bancos, se sienten complacidos con la apertura de muchas ventanillas, pero
para para qué?, para que un ser humano de la tercera edad este parado más de
media hora para realizar una diligencia.
Están tan mal financieramente los
bancos hondureños, que no tienen dinero para mandar hacer un par de sillas y
que sus clientes esperen cómodamente hasta que el el empleado del banco los
atienda?.
Es tan mal el servicio al cliente,
que hay usuarios que se lamentan cuando tienen que hacer una gestión en
determinados bancos, porque representan una tortura por el servicio que dan.
A ver cuando la Comisión de Banca
y Seguros, obliguen a sus agremiados a dar un
buen servicio a los usuarios, especialmente a estos bancos que se ufanan de
poseer sistemas avansados de esta índole.
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